Ahorro formal e informal, ¿cuál es la diferencia?

Artículo por Colaboración Bancompara · 4 mayo 2020

Partamos de la base de que ahorrar es mejor que no ahorrar.

Pero en esta época donde ganarnos el pan de cada día es cada vez más complicado, no nos podemos dar el lujo de perder dinero.

Cuando hablamos de ahorrar, guardar dinero no basta. Es necesario guardarlo de manera segura y hacerlo crecer, por eso hoy vamos a revisar un tema de lo más importante: qué es mejor, el ahorro formal o el ahorro informal.

Ahora, un cuento

Pero, primero lo primero. El ahorro es aquella parte del ingreso que no se dedica al consumo. La definición habla del dinero y de cómo se usa, pero en ningún lado dice dónde debe guardarse. Es decir, que, de acuerdo con la teoría, ahorrar puede ser guardar el dinero abajo del colchón o en un banco.

Por ahí hay un libro muy famoso en el que se cuenta una historia sobre el ahorro. El faraón tuvo un sueño en el que veía 7 vacas gordas, pero después veía 7 vacas flacas. En el sueño las vacas flacas se comían a las vacas gordas. Después soñó con 7 espigas de trigo, hermosas y llenas de grano, pero al igual que con las vacas, aparecieron 7 espigas flacas que mataron a las espigas gordas. Un hombre sabio le dijo al faraón que en Egipto habría 7 años de bonanza seguidos de 7 años de hambruna. Entonces decidieron guardar comida durante los 7 años buenos, para que Egipto no sufriera hambre en los años malos.

La idea del ahorro es esa: no gastarnos hoy lo que podemos llegar a necesitar después. El ahorro también es una excelente forma de autofinanciamiento: en lugar de comprar los boletos de avión para mis vacaciones a meses sin intereses, puedo ahorrar y comprarlos de contado.

El problema entonces es que necesitamos guardar el dinero donde no nos lo gastemos, no nos lo roben y donde, idealmente, no pierda su valor.

El ahorro informal

El ahorro informal es aquel que se hace por fuera del sistema y es muy común en nuestro país. Algunos ejemplos clásicos son:

· En mi casa (28% de los mexicanos ahorramos así): simplemente lo guardo debajo del colchón, o en algún lugar que considere seguro. Mi abuelito materno usaba este método. Él era de naturaleza relajada y era conocido en el bar del pueblo por invitarle rondas a todo el local. Por lo tanto, mi abuelita era de armas tomar y él guardaba su dinero en lugares insospechados para ocultarlo de mi abuelita. El problema es que se le olvidaba en donde… mi anécdota favorita es la de mi abuela encontrando un montón de billetes rotos adentro de un zapato viejo de mi abuelo.

· Con un familiar o una persona de confianza: se lo doy a alguien para que me lo guarde, por qué “Si me lo quedo, me lo gasto”. Claro, que lo más complicado de este sistema es encontrar a una persona que no se lo vaya a gastar o a quien no se le pierda o a quien no se lo vayan a robar. Eso sin contar con que, si algo le pasa a esa persona, sus familiares sepan distinguir su dinero del tuyo.

· En una tanda (14% de los mexicanos): este es un medio de financiamiento y ahorro muy popular que podemos explicar con un ejemplo. El organizador de la tanda busca a 10 personas de confianza y a cada persona se la asigna un número del uno al diez. La idea es que cada mes cada integrante de la tanda le entregue un peso al organizador, lo cual quiere decir que cada mes se juntarán 10 pesos. A la persona que tiene el número 1 se le entregan los 10 pesos el primer mes de la tanda, a la que tiene el dos se le entregan al segundo mes de la tanda y así se continúa hasta que se llega al mes 10 y quien tiene el 10 recibe sus 10 pesos. (En Enso puedes llevar una tanda más organizada, ve aquí cómo.)

Es una forma de financiamiento por que la persona a la que le toca el 1, que normalmente es el organizador de la tanda, se hace de $10 pesos casi inmediatamente y sin batallar. El problema es que los 10 integrantes deben ser muy honestos y formales para no dejar a los que tienen los últimos números sin dinero.

· En una pirámide o esquema Ponzi: un clásico de todos los tiempos. Se trata de A convenciendo a varios B de darle dinero a cambio de altísimas ganancias. El dinero que ponen varios B se lo queda A como ganancia. Es decir, si hay 10 B y cada uno pone 10 pesos, A, tendrá 100 pesos a cambio de… nada. A su vez, cada B puede invitar a varios C para quedarse con su dinero. Y así hasta el infinito. El problema es que conforme va avanzando la pirámide llegará un momento es que se acabará el abecedario y ya no habrá a quien invitar.

La gran falla de este sistema es que no se genera dinero, solo cambia de manos… por lo tanto, llegará un momento en el que ya no haya dinero que repartir y la gente no recupere su dinero. Cada cierto tiempo renace una estafa de este tipo, la más reciente de la que tengo memoria fue la Flor de la abundancia.

· Con un préstamo: esto se usaba mucho entre la gente rica de antes. Se trata de prestar dinero sin que necesariamente haya un plazo establecido para regresarlo. Por ejemplo, yo le presto a mi hermano $12 pesos y le cobro $1 peso cada mes. La lógica nos diría que, al pasar un año, la deuda ya estaría saldada: le presté $12 pesos y ya me regresó $12 pesos. Pero no. En este esquema mi hermano seguiría debiéndome los mismos $12 pesos por que el dinero que me pagó no se usó para pagar el capital, se uso para pagar solo intereses. Obviamente, esta es una gran forma de ganar dinero… hasta que te das cuenta de que a cambio de un peso al mes has perdido de vista, quizá para siempre, 12 pesos.

El ahorro formal

El ahorro formal es aquel que se hace dentro del sistema financiero, es decir, en los bancos, las cajas de ahorro, los seguros, las afores, etc. Actualmente sabemos que el 47% de los mexicanos tiene al menos una cuenta de ahorro en el sistema financiero formal y el 39% tiene una cuenta de Afore.

¿Cuál es la ventaja de ahorrar dentro del sistema? Todos sabemos que el sistema financiero tiene mala fama. Desde que Jane y Michael Banks provocaron el pánico en un famoso banco de Londres (ok, esto es ficción) hasta la crisis de las hipotecas basura (esto no es ficción), los banqueros y sus amigos no han sido los más responsables para manejar el dinero ajeno, y se vale tener dudas.

De entrada, en México hay un gran marco regulatorio del sistema financiero. El SAT (Servicio de Administración Tributaria), La CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores), la CNSF (Comisión Nacional de Seguros y Fianzas), la CONSAR (Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para Retiro), etc. son organismos encargados de vigilar a los distintos integrantes del sistema financiero mexicano para que se porten bien.

Además, la CONDUSEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) trata de mediar entre los usuarios y las instituciones para evitar llegar a los tribunales en caso de inconformidades. Aunque sabemos que estos esfuerzos e instituciones no son suficientes y siempre habrá problemas, podemos decir que ahorrar en el banco es mucho más seguro que hacerlo con la vecina Luchita, por más que lleve toda la vida organizando tandas.

Además, en México tenemos al IPAB: el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario. Este tiene asegurado los ahorros de los mexicanos hasta por poco más de $2,500,000MXN. Esto quiere decir que, si el banco llegara a quebrar, el gobierno garantiza que se te van a devolver tus ahorros, siempre y cuando no pasen de dos millones y medio de pesos y estén en una cuenta de ahorro o cheques.

En México hay buenas y malas noticias. Las buenas son que el 68% de los mexicanos ahorramos. Las malas son que de ese 68% solo el 5% lo hizo de manera formal. Es decir, que el ahorro del 63% está en manos de mi abuelito y sus zapatos viejos o de mi vecina que anda organizando su nueva flor de la abundancia. Es decir, hay un gran riesgo de que esa gente no vuelva a ver su dinero.

Ahorremos de manera inteligente

Si ya estamos ahorrando, es hora de revisar si nuestra forma de hacerlo es la mejor. No basta con guardar dinero en una alcancía, necesitamos tener nuestros ahorros bien cuidados y, de preferencia, creciendo.

Así que la próxima vez que te invite tu tía Lupita a la tanda o que tu mamá quiera convencerte del nuevo negocio del compadre, recuerda que no todo lo que brilla es oro.

Autor: Marisa Ramos

 

Bibliografía
[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Ahorro
[ii] https://www.condusef.gob.mx/Revista/index.php/ahorro/ahorro/663-evita-el-ahorro-informal
[iii] https://www.condusef.gob.mx/Revista/index.php/ahorro/ahorro/663-evita-el-ahorro-informal
[iv] https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/mexico-enif-2018-63-2-usan-ahorro-informal-70-2-usan-creditos-informales/
[v] https://www.gob.mx/ipab
[vi] https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/mexico-enif-2018-63-2-usan-ahorro-informal-70-2-usan-creditos-informales/
[vii] https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/mexico-enif-2018-63-2-usan-ahorro-informal-70-2-usan-creditos-informales/